Encapsulo momentos y emociones que atrapo en las palabras esparcidas en este rincón. Despierto a los sentimientos invitándolos a desperezarse mientras cuelgo mi melancolía para que pierda parte del peso que tiene si la callo.
Mi alegría me hace cosquillas huyendo de las palabras escritas porque prefiere vivir en mis labios y yo, sinceramente, es donde quiero que se quede. Prefiero llevarla conmigo, adicta ya a su chisporrotear instantáneo.

... demasiado redonda para ser cuadrada,
demasiado cuadrada para ser redonda ...